Esta crisis pasará a la historia de la humanidad. Si no aprendemos mucho y rápidamente de esto, el próximo virus será mucho más dañino si se propaga por el aire.
El niño pequeño, cautivo en un estado que no le deja ver más allá de sí, ni siquiera con los órganos de los sentidos aún inmaduros, pasará a ir experimentando el mundo exterior.
Si no hay significativas distorsiones al respecto, cuando recibimos mucho, nos sentimos en deuda, de modo que tenemos la necesidad de devolver lo recibido para restaurar ese equilibrio.