Blog

el 22 octubre 2019

Ya hace tiempo que están de moda los mensajes que nos alientan a enfocarnos en nosotros/as mismos/as. Quiérete, cuídate, enfócate en lo que quieres conseguir, cree en tí, construye tu propio futuro, cambia lo que no te gusta de ti… Una serie de imperativos que, más que darnos opciones, nos obligan a que lo hagamos, nos lo ordenan.

Vamos a ver más despacio el contenido porque incluso van un poquito más allá para que el mensaje sea más completo: aquí es cuando llega la parte en la que se nos insta a alejarnos de los demás, a mirar única y exclusivamente por nosotros/as. Que si somos nuestra propia inspiración, que si no necesitamos a las demás personas, que si podemos solos/as con todo, que si tenemos la fuerza suficiente en nuestro interior y podemos sacarla sin ayuda…

Utilizando una palabra que decía una paciente y que me encantaba, paparruchas.

Un bombardeo de autosuficiencia por todos los lados que yo traduzco en inyecciones de narcisismo y que está abocado a la frustración. Cualquier día nos encontraremos con que han patentado un superpoder, el “ombliguismo”, que nos capacitará para ser el centro del universo, orbitar a nuestro propio alrededor y olvidar a los/as demás.

No vivimos de manera aislada y sí necesitamos a las personas. Ser independientes no es sinónimo de ir a nuestra bola, prescindiendo y/o negando a quienes nos rodean.

¿Cómo vamos a ser capaces de funcionar si ignoramos al resto de seres humanos?

Si ya nos cuesta pedir ayuda en muchas ocasiones, con mensajes de éste tipo, más todavía.

 

Comentarios

Deja un comentario

En cvap.es utilizamos cookies propias y de terceros para ofrecerte lo mejor de nuestra web. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso.