Blog

el 18 noviembre 2025

Hay lugares donde uno se descubre a sí mismo sin proponérselo.
Donde las palabras se vuelven puentes, vínculos, y el silencio —que a veces pesa tanto— encuentra compañía.

Un grupo terapéutico es eso: un espacio vivo, cálido. Real.
Un círculo donde cada persona llega con su historia,
con su cansancio y sus ganas, sus problemas y sus logros,
y poco a poco, sin prisa, se va dejando ver.

Es un encuentro humano.
Se trabaja con lo que hay  -lo que sientes, lo que callas, lo que deseas, lo que no puede ser-,
y desde ahí se abre camino hacia algo más genuino, más tuyo.
El terapeuta acompaña, propone, sostiene.
El grupo escucha, refleja, abraza o confronta.
Y entre todos se va tejiendo algo que sana sin que nadie lo fuerce:
la experiencia de estar en contacto de verdad.

Porque cuando te miran sin juzgarte, algo dentro se afloja.
Porque cuando hablas y alguien se reconoce en tus palabras, aparece una ternura antigua.
Y cuando ves en otros tus propias sombras o tus propias luces,
comprendes que no estás tan solo, que somos más parecidos de lo que imaginabas.

Formar parte de un grupo terapéutico es abrir un espacio para sentirte humano.
Para entenderte sin teorías,
para ensayar nuevas formas de ser tú,
para atreverte a estar presente.

No se trata de arreglar nada, sino de encontrarte.
De dejarte tocar por la verdad sencilla de compartirte con otros.
De recordar que, al fin y al cabo, crecer es volver a casa:
contigo, con otros.

 

Te invitamos a participar en el taller gratuito para conocer de primera mano el Grupo Terapéutico el 9 de diciembre a las 19h.

Comentarios

Deja un comentario

En cvap.es utilizamos cookies propias y de terceros para ofrecerte lo mejor de nuestra web. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso.