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el 27 septiembre 2021

Si le preguntamos a cualquier persona qué es un psicólogo, lo más probable es que diga cosas del estilo de que es una persona que trata la salud mental, que es quien te ayuda cuando te desbordan los problemas, que es un profesional que te orienta si sufres y no sabes cómo salir de ahí, que te echa una mano para aprender a conocerte…

Si también le preguntamos cómo trabaja un psicólogo, puede que no sepa cómo responder si nunca ha ido a terapia. Si la pregunta la hacemos a alguien que sí ha estado en tratamiento psicológico, seguramente nos responderá según el enfoque desde el que haya recibido ese tratamiento.

Y es aquí donde voy al quid de la cuestión: hay distintas orientaciones psicológicas desde las que podemos trabajar. Y todas ellas son válidas.

Cuando estudiamos la carrera de psicología y vamos descubriendo que hay distintas posibilidades de trabajar, solemos decantarnos por aquella con la que conectamos más, con la que nos sentimos más cómodos.

Me entristece cuando algunos de mis colegas embisten contra aquellos que no trabajan desde su misma orientación, desprestigiando el trabajo que no encaja con su propio modelo.

No, no soy de la opinión del todo vale. Ni muchísimo menos. Hablo de psicólogos, personas que han asistido a la universidad para cursar la carrera durante los años oportunos y que luego han seguido formándose para poder ejercer en cualquier ámbito de la psicología, bien sea clínica y de la salud, deportiva, forense, empresarial, neuropsicología, etc. No hablo de terapeutas que han hecho algún que otro curso, ni coachings de última generación, ni sanadores varios, quienes ejercen el intrusismo de forma abierta y juegan con la salud mental de las personas con la finalidad de lucrarse.

Que nosotros trabajemos desde un enfoque concreto, independientemente de cuál sea este (cognitivo conductual, humanista, psicoanalítico, sistémico…), no significa que otros compañeros no estén capacitados para hacerlo desde otro distinto o que esa orientación sea menos válida que la nuestra.

Y creo de verdad que podemos encontrar puntos de encuentro y crecer profesionalmente con ello. Desde hace más de 10 años trabajo en el Centro Valenciano de Psicoterapia, donde buena parte de mis compañeros son de orientación Gestáltica, incluso  allí se imparte la Formación en Terapia Gestalt. Yo no estoy formada desde esa orientación y no me ha supuesto un problema para poder entenderme con ellos, respetarnos mutuamente y poder trabajar cada cual de forma distinta. Me ha aportado una visión diferente y, con ello, me ha enriquecido a nivel laboral. No, no trabajo como ellos, ni ellos como yo, pero esto no es ningún impedimento para que nos sigamos reuniendo cada quince días y compartiendo ilusiones y proyectos, sin tener que entrar en que nuestra base no sea la misma.

Que algo sea diferente no significa que sea peor, sino simplemente diferente.

Comentarios

Dalila el 30 de 9 del 2021

Es bueno que haya variedad , que cada uno escoja lo más afín, lo importante es saber respetar y ver las cosas desde otro punto de vista .

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