Artículos

el 30 noviembre 2020

“Ya está amaneciendo. Dentro de un momento sonará la alarma de mi móvil, pero ya hace rato que me desperté.

Hoy es un día muy especial para mí, llevo meses deseando que llegara este día.

Tengo ilusión. Tengo miedo. Tengo ganas de empezar. Tengo miedo de empezar.

Hoy comienzo un nuevo trabajo. Uno para el que me he preparado durante los últimos años. Primero estudiando en la universidad, luego los dos másters. He dedicado mucho tiempo para poder formarme y aprender a poner en práctica todos esos conocimientos.

Ahora es el momento de iniciar ese camino.

Aunque la verdad es que no sé si seré capaz de dar todo lo que esperan de mí, si podré demostrarles que soy una persona válida porque no me conocen todavía.

¿Y si creen que soy demasiado joven todavía? ¿Y si me dicen que a mi edad aún es pronto para desempeñar bien ese trabajo? ¿Y si me bloqueo en cuanto llegue? ¿Y si se me nota el nerviosismo? ¿Y si no soy capaz de hacerlo bien?

Estoy empezando a sudar, mi corazón late a cien por hora, me tiemblan las manos y me está costando respirar. Y aún no me he levantado de la cama…

¿Y si les digo que no me encuentro bien y no puedo ir hoy? ¿Y si les digo que un familiar se ha puesto muy enfermo y tengo que ir al hospital? ¿Y si les digo que acabo de tener un accidente y que estoy esperando que me recoja una ambulancia?

Ahora me siento peor por inventarme estas excusas. ¡Qué cobarde soy!

Cierro los ojos. Es el momento de recordar lo que he ido aprendiendo en las sesiones de terapia. Respiro. Luego me digo en voz alta que cómo no voy a tener miedo, que mi pensamiento me juega malas pasadas, que ya sé de mi tendencia a anticipar, a ir por delante. Sigo respirando, no intento convencerme de que lo voy a hacer estupendamente en este primer día de trabajo. Decido llevarme a mi miedo conmigo, sé que está ahí, agazapado y deseando ponerse en primera fila. Así que nos vamos a este primer día de trabajo los tres, mi miedo, mi ilusión y yo.

Llevo meses yendo a terapia. Decidí buscar ayuda psicológica, conocer qué me pasaba y si podía hacer algo con todos esos “y si” que me acompañan desde hace años. Estoy descubriendo muchas cosas de mí en las que no había reparado y cómo me he ido boicoteando durante muchísimo tiempo. Tomé una buena decisión pidiendo ayuda.”

 

 

Comentarios

Deja un comentario

En cvap.es utilizamos cookies propias y de terceros para ofrecerte lo mejor de nuestra web. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso.